Sentí en el teatro, una vez más,

Ahora mismo en la Pedrera de Gaudí. Concierto de piano. Sonido maravilloso. Rompe nuestro silencio. Magistral dominio sobre las teclas. Cosquilleo interior. Placer. Sublime. Aplausos. Me encanta la sensación. Cierra los ojos y siente los aplausos. Acceso a la cultura. Nivel….

Aunque….¿ qué es ser culto?


Emoción. Esto es precioso. Es una exquisitez accesible. La puedo sentir. Esto también me hace feliz. Me gusta compartirlo en esta sala con más gente. Creo que también lo sienten.


No sería lo mismo, bailarlo yo sola, en una amplia habitación, cerrando los ojos y solo el pianista y su música para mí. Para eso un cd, Radio Nacional Clásica.


Pienso que pensamientos comunes nos unirán bajo esta armonía a las casi cien personas que estamos gozándola. Remueve.


Hoy en Voces del Desierto leía “ fija tu atención hacia otro lado”. Fíjala aquí. En estos momentos. Cierra los ojos, disfruta.


También me hace sentir más mujer. Salir de un evento así y pasear con la sensación generada. Lo que te llega, lo que te aporta.


Es asombrosa la capacidad de las personas de transmitir, de hacer sentir. Aplausos de nuevo. Placer compartido. Sonrisa. Emoción. Ganas de llorar. Lágrimas de felicidad. Estoy viva. Puedo sentir. Da igual la realidad/ irrealidad bajo esta música, en este momento, Me llega dentro. Dentro –Fuera.


 Una vez más, siento Noviembre, la película que desde que la ví en el cine, la llevo dentro de mí. Porque dice de mí, porque trata algo vital, porque muestra la capacidad de sentir, de hacer sentir a los demás, de por un momento sentir que este mundo se puede cambiar, o por lo menos el nuestro, hace más humano nuestro minicírculo.

" Creemos en un arte hecho con la sangre, hecho con el sufrimiento, con la rabia. Un arte lúdico, pero a la vez profundo. Crremos en un arte capaz de cambiar los corazones de la gente, que los alegre, que les dé fuerza, que les haga sentirse vivo. Un arte que llegue directamente al espíritu de los hombres, y también al espíritu de las mujeres. Un arte que nos haga más conscientes, que no s mejore como personas, que nos dignifique, que nos llene de sabiduría. Un arte universal con un lenguaje entendible por todos y por cada uno de nosotros. Un arte sin fronteras, sin nacionalidades, sin razas. Creemos en un arte alquimista, creemos en la magia del arte. Y creemo en él como un arma...."

Me detuve a mirar una flor

Jardín Botánico, Gijón. Sentada en un banco, bajo un árbol. Escucho el sonido de la lluvia, el color de las gotas en las flores. Disfruto de un libro. Curioso lo que cuenta el capítulo de hoy. No tiene sentido celebrar los cumpleaños, el paso del tiempo, el hacerte viejo no tiene mérito. Hay que celebrar cuando tú quieras celebrar. Los aborígenes australianos deciden cuando celebrar. Celebran cuando creen que son mejores personas, cuando consideran que son más sabios que tiempo atrás.

Flores de otro mundo, flores del nuestro. Las flores de la vida en occidente, en oriente, en la selva, en la ciudad, en los país en guerra, en las cabañas perdidas en el monte, en mi barrio, en los suburbios, en la zona residencial,en la islas, aquí en España, allá en el Caribe. Flores en movimiento, en pateras, barcos, aviones,cruceros, y bicicletas. Infinitos sitios para perderse, gente para conocer, al caso, apreciar flores, cuestión de tiempo.

Concepción del tiempo, según marque el instrumento de nuestra muñeca. Prisa. Impuntualidad. No hay horas en el día de las 24 horas. Estrés. Sueñas que se detenga el tiempo, cuando sientes un éxtasis de placer, cuando hay momentos de placer intenso, cuando la distancia te hace vivir de otra forma. Esos reencuentros en los que solo quieres que se detenga el reloj.

Afán por regalarnos en los cumpleaños, aniversarios. Como un gran regalo, requiere un gasto extraordinario, muchos acabamos teniendo un buen reloj. Es necesario. Una persona que no sigue el ritmo marcado por el aparato en cuestión es un desastre, hace las cosas mal, a su ritmo, que no es el normal.

Nuestra vida marcada por las tres o cuatro comidas diarias. Las comidas se hacen en un intervalo horario. Miramos apresurados el reloj. Va a cerrar la cocina del restaurante. Tengo que ir a hacer la comida que a las dos llega de trabajar, Quedamos antes o después de comer. Estas a gusto pero tengo que marchar. Se enfría la cena.

Y no tengo tiempo para dejar que se enfríe.