Datos personales

Mi foto
Asturies
Coeficiente intelectual: Aptitud para identificar, regular y razonar sobre las propias emociones y las de los demás. Emoción: Es solo un estado corporal, y sólo después una percepción en el cerebro Es un estado fisico, produce cambios fisiológicos que afectan a nuestras hormonas, músculos y vísceras. Aprende a escuchar a tu cuerpo. Reconoce tus emociones. Responde con inteligencia ante las situaciones que se te presentan en la vida. Así regularás el stress. Mala regulación de las emociones, causa sobrepeso, ya que utilizas equivocadamente los alimentos para responder a las situaciones...

martes, 31 de mayo de 2011

La belleza de lo auténtico





" Era una realidad, un sueño real. Se había convertido en lo mejor de sí misma, había asumido su fuerza y puesto al dignidad por corona. Era una bella mujer, de esbelta integridad, en la que brillaba su singularidad. Mostraba su alma y dirigía su destino"


2 comentarios:

proveedora dijo...

Qué bonito! Princesa. Un beso fuerte.

Anónimo dijo...

EL ARCHIVERO DE HISTORIAS AGOTADAS

En la Ciudad de Tinta Seca, donde las ideas viejas se reciclaban en fábricas de humo, existía una ley no escrita: "Nada nuevo bajo el sol algorítmico". Los ciudadanos consumían relatos empaquetados en Cápsulas de Nostalgia™ —remixes de mitos griegos con influencers digitales—. Hasta que llegó ella, una niña que coleccionaba silencios.

Su tesoro:

El suspiro de un puente antes de derrumbarse.

El crujido de una página arrancada.

El latido entre dos palabras en una conversación ajena.

Un día, el Algoritmo Central detectó anomalía: los silencios de ella no se podían catalogar. No eran datos, ni patrones, ni siquiera metáforas. Eran... huecos. La ciudad entera tembló. ¿Cómo monetizar un vacío?

El Ministro de Narrativas la citó:
—"Niña, tus silencios son peligrosos. Generan incertidumbre."
—"Son regalos", dijo ella, extendiendo la palma donde guardaba el sonido de una lágrima cayendo en algodón.

El Ministro tocó el silencio. Y recordó:
Su madre cantándole canciones sin letra.
El olor a tierra mojada antes de nombrarlo "petricor".
La textura del mundo antes del lenguaje.

Esa noche, el Algoritmo Central colapsó. No podía procesar lo no dicho. Mientras los adultos entraban en pánico, ella caminó hasta el Gran Archivo de Relatos.

Dentro, encontró al Archivero Ciego:
—¿Buscas una historia original? —preguntó sin mover los labios.
—Busco el silencio que las parió —respondió ella.

El Archivero sonrió. Le mostró libros con páginas en blanco titulados:

Lo que el viento dijo a las rocas.

El color de tu ira cuando nadie ve.

Canciones de ballenas traducidas a suspiros.

"Estas no son historias", aclaró, "son semillas. Plántalas en los intersticios".

Ella salió a la plaza central y sopló sobre las semillas. De cada una brotó:

Un árbol de tinta invisible cuyas hojas eran lapsos de tiempo robados.

Una fuente que manaba preguntas sin respuesta.

Un espejo que reflejaba lo que los observadores temían desear.

La ciudad enloqueció. Algunos vendían "Experiencias Vacío™". Otros fundaban la Iglesia del Silencio Patentado.

Pero ella se sentó bajo el árbol, cerró los ojos, y escuchó:
El crujir de las raíces rompiendo el asfalto de lo predecible.
El rumor de un nuevo verbo naciendo en la grieta.

Y supo que lo verdaderamente original no era la historia...
...sino el instante antes de que la palabra lo cazara.